Hoy en Las Gaunas, el clásico de Logroño entre la UD Logroñés y la SD Logroñés reavivó una intensa rivalidad que va más allá del fútbol, con raíces en la historia del extinto CD Logroñés. Desde 2009, la ciudad se dividió entre la SD Logroñés, nacida de aficionados tras el fin del CD Logroñés, y la UD Logroñés, que compró la plaza del CD Varea para representar a Logroño en Segunda B.
La SD Logroñés comenzó en Regional Preferente, logrando con esfuerzo su primer ascenso en 2012. En contraste, la UD Logroñés rozó varias veces el ascenso a Segunda sin conseguirlo, hasta que en 2020 finalmente subió a la segunda categoría. Sin embargo, su estadía fue breve y ambos equipos se encontraron en la nueva categoría Primera RFEF.
Los equipos no solo representan una lucha por el fútbol, sino dos modelos deportivos distintos: la UD Logroñés es una sociedad anónima deportiva, mientras que la SD Logroñés es un club de socios. La rivalidad también se vive en las gradas, donde se disputan el legado del CD Logroñés y el orgullo de ser «el verdadero equipo de Logroño».
A lo largo de los años, han surgido incidentes entre las aficiones, marcando una línea entre quienes comparten la pasión por el fútbol y las diferencias en su visión de quién merece el título de heredero del fútbol logroñés.